domingo, 17 de agosto de 2014

El objeto más peligroso conocido por la humanidad.


Los eventos catastróficos no son nada nuevo en la ya dilatada vida de nuestro planeta, y dejando de lado a volcanes, huracanes, terremotos y demás eventos de nuestro planeta, el cosmos también representa una amenaza para la vida en la tierra. Por ejemplo los impactos de cometas y asteroides, si bien los mismos ocurren en intervalos de tiempo generalmente muy superiores a la duración de una vida humana, a veces sentimos la furia del espacio, como ocurrió a principios de 2013 con el bólido de Cheliábinsk.
bólido de Cheliábinsk.
Tamaño estimado del meteorito que causó el cráter Barringer, tamaño estimado del meteorito de Cheliábinsk, y el meteorito más grande jamás encontrado: el meteorito Hoba.

En el colegio como en la escuela he notado una fascinación de los alumnos con los dinosaurios y su desaparición, y es que la extinción masiva del Cretácico-Terciario fue un evento muy traumático para la vida en la tierra. Cerca del 75% de los géneros biológicos desaparecieron, entre ellos los tan queridos dinosaurios, los reptiles voladores (pterosaurios), la mayor parte de reptiles acuáticos (plesiosaurios, pliosaurios e ictiosaurios) y los ammonites.

Con el paso del tiempo se ha ido reafirmando la hipótesis de que el causante (o principal causante) fue el impacto de un asteroide o cometa de aproximadamente 10 km. de diámetro. Pero no fue la primera vez que un cuerpo celeste de un tamaño importante chocó contra la tierra, a pesar de la fuerzas climatológicas la tierra aun conserva multitud de cicatrices de estos eventos.
Cráter Barriger, en Arizona, EE UU.
Pero no hablemos del pasado sino del futuro ¿Podría volver a pasar un evento similar? la respuesta es afirmativa y tal vez mucho más pronto de lo que creemos (pocos miles de años). Hace unos días los habitantes del hemisferio norte (y en menor medida nosotros los del hemisferio sur) disfrutábamos de la lluvia de estrellas de las Perseidas. Estas lluvias de meteoros ocurren cuando la tierra se cruza con una corriente o anillo de partículas, denominado técnicamente enjambre de meteoros. 
Órbita del cometa Swift-Tuttle

Visibilidad de las perseidas.
Estas partículas fueron desprendidas de un cometa (o asteroide) al pasar por el sistema solar interior, como la trayectoria de esas partículas cruza la orbita de la tierra, estas lluvias ocurren en fechas específicas del año, y generalmente llevan el nombre de la constelación de donde parecen provenir (Las perseidas tienen su punto de donde parecen llegar, llamado radiante, en la constelación de Perseo)
Radiante meteórico, zona de donde aparentemente proceden las estrellas fugaces en una lluvia de meteoros.

Perseidas
Pues bien, las perseidas tienen como cuerpo de origen al cometa Swift-Tuttle (llamado formalmente 109P/Swift-Tuttle) el mismo fue descubierto independientemente por Lewis Swift el 16 de julio de 1862 y por Horace Parnell Tuttleel 19 de julio de 1862. Su órbita, muy elíptica, está en resonancia 1:11 con la del planeta Júpiter de tal manera que por cada once órbitas completas del planeta gigante el cometa cumple sólo una. La actividad de la anteriormente citada lluvia de estrellas, cuando el cometa alcanza el perihelio, pasa de 100 meteoros por hora, hasta unos 400.


Este cometa tiene un periodo de aproximadamente 133 años, la ultima vez que nos ha visitado fue en 1992 siendo la próxima en el año 2126

Cometa Swift-Tuttle
Pero aquí viene lo más interesante pues según un artículo publicado en New Scientist la órbita de este cometa podría llevarlo a impactar con la Tierra o la Luna en el futuro cercano, aunque de suceder el impacto posiblemente no tendría lugar durante los próximos dos milenios. Gracias a la mecánica orbital y a simulaciones hechas por computadora podemos predecir que el cometa pasará cerca de la tierra (casi 23 millones de kilómetros) en su próximo paso por el perihelio (11 de julio 2126).
Paso del cometa Swift-Tuttle en 2126.

Un encuentro mucho más cercano con la Tierra ocurriría alrededor del 15 de septiembre del año 4479, con una aproximación estimada en 0,03–0,05 AU (4,5 a 7,5 millones de kilómetros), y una probabilidad de impacto de 1×10−6, o sea 0,0001%. Luego del 4479, su evolución orbital es más dificil de predecir; y la probabilidad de impactar la Tierra por órbita se estima en 2×10−8 (0,000002%).

El cometa 109P/Swift-Tuttle es el mayor objeto del Sistema Solar que realiza pases repetidos a la Tierra, y con una relativa velocidad de 60 km/s, esta gran velocidad junto a su elevado tamaño (las medidas van desde 8 hasta 26 km. de diámetro) podrían liberar una energía estimada de impacto de hasta 27 veces la del cometa/asteroide que acabó con los dinosaurios.

Por todo esto el Cometa Swift–Tuttle ha sido descrito como "el más peligroso objeto conocido por la humanidad". Un evento de esta energía no solo podría aniquilar a la humanidad sino que volvería a la tierra en un desierto casi estéril del que se repondría recién después de varios millones de años

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