sábado, 9 de febrero de 2013

Cuerpos hipotéticos del sistema solar IV

Phaeton.


Luego de una larga pausa reanudo esta sección de cuerpos hipotéticos del sistema solar. En esta ocasión quiero hablarles de Phaeton (o Faetón , y con menos frecuencia Phaethon ) que es el nombre dado a un planeta hipotético postulado que habría existido entre las órbitas de Marte y Júpiter, planeta con muy mala suerte pues el mismo habría explotado y cuya destrucción supuestamente llevó a la formación del cinturón de asteroides.

El hipotético planeta fue nombrado Faetón, el hijo del dios del sol Helios en la mitología griega, que intentó llevar el carro solar de su padre por un día con resultados desastrosos y fue destruido en última instancia por Zeus.
El mito de Phaeton.

Pero de donde surgió la idea de este planeta, pues bien, todo se lo debemos a la "ley de Bode", que aun pudiendo ser solo una curiosidad matemática, tuvo una gran importancia en el desarrollo de la Astronomía de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Es una hipótesis que relaciona la distancia de un planeta al Sol con el número de orden del planeta mediante una regla simple. Matemáticamente, se trata de una sucesión que facilita la distancia de un planeta al Sol.
Planeta enano "Ceres".

Volvamos ahora a Phaeton, dicha ley de Bode predecía la existencia de un planeta entre las órbitas de Marte y Júpiter. Esta ley era tan aceptada que impulsó la búsqueda de ese misterioso planeta. Cuando en 1801 fue descubierto Ceres, ahora clasificado como planeta enano, creyeron haber encontrado al dichoso planeta. Pero al pasar los años fueron descubriéndose más y más cuerpos en esa zona, entonces se propuso que estos nuevos descubrimientos eran fragmentos de un planeta que ya no existía.
Cinturón principal de asteroides.

Pero ¿Cómo fue destruido Phaeton? pues hay hipótesis para todos los gustos, algunas de ellas son:
  • Nuestro conocido Phaeton se acercó demasiado a Júpiter y fue despedazado por la potente gravedad del gigante gaseoso (algo parecido a lo que ocurrió con el cometa Shoemaker-Levy 9 que fue despedazado al acercarse a Júpiter, solo que a escala panetaria).



  • Fue destruido por alguna catástrofe interna.

En el siglo XX, el estudioso de los meteoritos ruso Yevgeny Leonidovich Krinov (involucrado en la investigación del evento de Tunguska sugirió que el planeta destruido fuera llamado Faetón por el mito griego. Hoy en día la hipótesis sobre Phaetón tiene muy pocos seguidores. La mayoría de astrónomos actualmente creen que los asteroides en el cinturón principal son los restos del disco protoplanetario y que en esta región no fue posible la formación de ningún planeta ya que fue impedido por las grandes perturbaciones gravitacionales inducidas por Júpiter durante el período formativo del sistema solar. 

miércoles, 6 de febrero de 2013

Galaxia IC 239


La galaxia espiral IC 239 se encuentra a una distancia de unos 30 a 40 millones de años luz en dirección de la norteña constelación de Andrómeda  lo cual no es una gran distancia en términos galácticos. Su bajo brillo para una galaxia de su tamaño indica que no es muy masiva como otras de su tipo. Las brillantes estrellas pertenecen a nuestra propia galaxia y dificultan la observación de IC 239. 

Esta es una azulada galaxia espiral vista de frente donde se observan (como zonas rosadas) muchas regiones de formación estelar.

martes, 5 de febrero de 2013

Eclipses de sol.



Los eclipses solares son una de las maravillas cósmicas de nuestro sistema solar. Por más que el mecanismo por el que funcionan es conocido desde la escuela primaria no dejan de ser experiencias muy gratificantes. 

Se producen cuando la luna nueva bloquea una parte o todo el sol como se ve desde la superficie de la Tierra. Cuando la Luna pasa por delante del Sol, visto desde la Tierra, produciendo un eclipse total, el mismo es visible solamente desde un estrecho camino de que corresponde a la ubicación de la sombra de la luna. Este camino es conocido como el camino de la totalidad.
Nunca está demás repetir la advertencia: Nunca mires directamente al sol durante un eclipse o con un telescopio a simple vista. podría provocarte lesiones oculares graves, los científicos y aficionados usan filtros especiales para ver con seguridad el sol.

Existen varios otros tipos de eclipses solares.

Además de los eclipses totales de sol, la luna puede bloquear parte del disco solar (un eclipse parcial de sol ), o dejar sólo un anillo externo del sol visible en lo que se denomina eclipse solar anular. Existe otro tipo un poco más raro un eclipse solar híbrido, se da cuando un eclipse solar ocurre cuando la punta de la sombra de la luna se levanta de la superficie de la Tierra en algún punto, lo que permite a algunos observadores en ese punto ver un eclipse total, mientras que en otros puntos son testigos de un eclipse anular.





NGC 2467


NGC 2467 es una colorida región de formación estelar, un lugar donde grandes nubes de hidrógeno están incubando nuevas generaciones de estrellas. Se encuentra en dirección de la austral constelación de Popa (puppis) a una distancia aproximada de 17.000 años luz y se estima que posee solo unos pocos millones de años de edad.

domingo, 3 de febrero de 2013

Viviendo en la luna


Cuando fuimos a la luna en el marco del programa Apolo se pensaba que era el comienzo de una nueva oleada de colonizadores que paulatinamente poblarían la superficie lunar extendiendo la influencia de la civilización humana. Desde luego nada de eso ha ocurrido aún, y puede que todavía tengamos que esperar mucho. 

Sin embargo, nada nos impide estudiar como deberíamos prepararnos para una eventual colonización de nuestro satélite natural. Así que veamos que necesitamos para vivir en la luna.


Lo primero a evaluar es el tipo de instalaciones a ser utilizadas. La Luna ejerce una atracción gravitatoria de 1/6 de la de la Tierra, así que los ingenieros podrán construir estructuras menos condicionadas por la gravedad. Además se deberán usar materiales locales donde y cuando sea posible. El coste del lanzamiento desde la Tierra de materiales de construcción sería astronómico, así que sería mejor que esos materiales se obtuvieran de minas lunares. Esto implicaría una previa prospección geológica para averiguar donde y cuanto material se pueden emplear para la construcción de nuestra base lunar.

Y hablando de construir, se ha determinado que un buen lugar para instalar nuestra base sería en los polos de la luna, ya que en los mismo se ha detectado importantes cantidades de agua, que será fundamental a la hora de mantener una base habitada. El agua además de la obvia utilidad, puede descomponerse en oxigeno para respirar (tanto para los humanos como para nuestros cultivos de vegetales) también se pueden obtener oxígeno e hidrógeno líquidos los cuales son excelentes propergoles para cohetes.



El regolito lunar (finos granos de roca pulverizados por la acción de los micrometeoritos) se puede usar, por ejemplo, para cubrir partes del hábitat y así proteger de los rayos cósmicos a los pobladores, ya que el exceso de radiaciones podrían provocar cáncer, tambien dicho material podría usarse para proporcionar aislamiento térmico. Según algunos estudios, se requiere un espesor de regolito de al menos 2,5 metros para proteger el cuerpo humano y hacer que se encuentre en unos niveles de radiación ambiental “seguros”. También se requerirá una alta eficiencia energética, así que los diseños deberán incorporar materiales de alto nivel de aislamiento para asegurar una pérdida mínima de calor.

Pero ¿De qué material hacemos nuestras bases? Evidentemente al principio utilizaremos los módulos metálicos de toda la vida, muy probablemente basados en los diseños para la estación espacial internacional, pero estos módulos deben ser construidos en la tierra y debido al costo y al bajo volumen habitable de los mismo se han sugerido otras alternativas.

Módulos inflables

Los hábitats inflables o hinchables siempre han estado entre los favoritos, optimizan el espacio habitable mientras usan materiales ligeros. Como la Luna no tiene atmósfera (aparte de algunos gases muy tenues que se desprenden de la superficie), cualquier hábitat necesitaría ser altamente presurizado para simular la atmósfera terrestre (aproximadamente 1 atmósfera o 101 325 Pascales) y cantidades de gas atmosférico. Debido a las altas fuerzas que actúan hacia fuera (por la presión del gas matenido), puede asegurarse la integridad estructural de un hinchable. 

Suponiendo que la membrana del hinchable sea lo bastante fuerte, el riesgo de despresurización debería ser bajo. Actualmente la tecnología de módulos inflables está siendo estudiada por la NASA para construir módulos a ser utilizados tanto en el espacio como en una superficie.

Utilización de los materiales locales 

Se espera que un asentamiento en la luna usará infraestructuras capaces de extraer materiales locales, fabricando cantidades básicas y construyendo estructuras con poco o ningún apoyo de la Tierra. Este grado de autonomía sería requerido si queremos tener una próspera base lunar. 

Sin embargo, para mantener los hábitats herméticos, se necesitará fabricar una nueva forma de hormigón. Todos los componentes para una mezcla de hormigón lunar pueden encontrarse en la Luna, aunque el agua (y por tanto el hidrógeno) estará muy solicitada. Como la Luna es rica en azufre, puede fabricarse una variedad distinta de hormigón (con menos necesidad de agua) puede crearse para ayudar en la construcción de hábitats con arcos y bóvedas. Algunos “geotextiles” podrían también hacerse con algún refinamiento avanzado, creando materiales laminados para sellar el interior de los hábitats. 

Construir usando materiales extraídos localmente será probablemente uno de los métodos más avanzados de construcción e la Luna, por lo que en las primeras fases al menos, los colonos dependerán del apoyo de la Tierra. Solo podemos imaginar los numerosos avances en ingeniería, metalúrgica  ciencias de los materiales y otras áreas que serán derivados de emprender un proyecto como este, avances que tendría muchas aplicaciones en la tierra.



Seguramente no serán estas todas las dificultades que tendrán que superar los futuros habitantes de la luna (algunas solo las conoceremos viviendo allá) pero no cabe duda de que requerirán lo mejor del ingenio humano para poder resolverlas.