domingo, 27 de enero de 2013

Observación de la luna

Luna terrestre.

La luna terrestre es siempre una vista espectacular a ojo desnudo. Con uno bueno binoculares o un pequeño telescopio la vista es mucho más espectacular, zonas oscuras llamadas mares, cadenas montañosas, cráteres y rayos brillantes salpican su superficie.
Superficie lunar.

Como la luna orbita la tierra con una rotación sincronizada a nuestro planeta siempre le muestra la misma cara llamada en este caso "lado cercano o visible". El lado permanentemente oculto recibe el nombre de "lado lejano", no es correcto llamarlo "lado oscuro". En efecto la parte oscura e iluminada de nuestro satélite cambia constantemente afectando a ambos lados.
Las dos caras de la luna, a la izquierda está el lado visible desde la tierra y a la derecha el lado lejano u oculto.

En 1500 cuando aun no se habían inventado los telescopios Leonardo Da Vinci observó la parte oscura que periodicamente se ve desde la tierra, especialmente cuando está débilmente iluminada, llegando a la conclusión de que dicha iluminación es debida al reflejo de la luz del sol sobre la tierra.




Posteriormente fue Galileo quien telescopio en mano, descubrió los secretos de la orografía lunar, en la medida que su telescopio primitivo permitía claro está. A medida que fueron pasando las décadas y los siglos, al ir perfeccionándose los instrumentos, la luna ha ido cediendo sus secretos y aun hoy su presencia en el cielo puede llegar a ser cautivante.
Luz cenicienta.

La luz ccenicienta se produce cuando la luz solar es reflejada por la tierra, iluminando las partes oscuras de la luna.

Pero mirando hacia el futuro, la compañera de la tierra podría convertirse en un destino habitual para los futuros exploradores espaciales, la presencia de recursos y su baja gravedad hacen de la luna un lugar ideal para un puesto de avanzada de la civilización humana, donde esta aprenderá lo necesario para colonizar el sistema solar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario