jueves, 1 de febrero de 2018

¿Porqué fracasaron los transbordadores?




Por supuesto, hablamos de un fracaso relativo, pues no cabe duda de que fue una de las naves más hermosas para viajar al espacio, inspirando a varias generaciones de científicos e ingenieros. Pero también tuvo sus deficiencias.
El transbordador había sido la gran esperanza de la NASA y posteriormente de la URSS para abaratar los costes de acceso al espacio mediante una nave reutilizable y dejar atrás los tremendos gastos de la Era Apolo. Pero la realidad se impuso. Como todo sistema reutilizable, es más complejo que uno desechable y complejo equivale a más caro por lo que serían necesarios numerosos vuelos para rentabilizar el proyecto. El 28 de enero de 1986 el transbordador espacial Challenger se desintegraba 73 segundos después del despegue. Además de perder a siete astronautas, la tragedia se saldó con una víctima más: el propio programa de la lanzadera espacial. Tras el accidente, la NASA abandonó la idea de lanzar todos los satélites y sondas espaciales con el transbordador: no habría más misiones para poner en órbita cargas comerciales. No quedó más remedio además que reconocer la imposibilidad de lanzar más de 10 misiones al año, cuando el objetivo inicial habían sido unas 24.
¿Qué fue lo que salió mal? pues no es una pregunta facil de resolver pero los principales motivos son los siguientes.
-Elevado costo de la reutilización: poner a punto para una nueva misión al transbordador costaba mucho más que construir un cohete desechable para lanzar la misma carga útil.
-limitada capacidad de carga útil: un sistema tan complejo no era capaz de llevar cargas pesadas al espacio por lo que era poco practico (y nada barato).
-Falta de un sistema de escape para la tripulación, la inclusión de un sistema similar era posible pero hubiera limitado aun más la carga útil.
-El escudo térmico del Transbordador, la experiencia ha demostrado que no es buena idea llevar las cargas al costado del lanzador, pues eventuales desprendimientos de materiales pueden dañar el escudo del transbordador (caso del Columbia)
-La premisa básica del transbordador era que el alto número de misiones harían rentable su desarrollo, pero pronto quedó claro que no había entonces (ni ahora) una demanda que justificase un ritmo de lanzamientos tan elevado.

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