Los astrónomos han sabido durante años que la Vía Láctea y su vecina más cercana, la galaxia de Andrómeda, (también conocida como M31) están siendo empujadas ambas en una danza gravitacional mutua, pero nadie estaba seguro de si las galaxias chocarían de frente o se deslizarían una sobre otra. Las mediciones precisas del Telescopio Espacial Hubble han confirmado que las dos galaxias se encuentran en efecto en curso de colisión, se dirigen a una colisión cósmica colosal.
Pero no hay necesidad de entrar en pánico por el momento, ya que esto no va a pasar hasta dentro de unos cuatro mil millones de años. Y mientras que los astrónomos calculan que es probable que el Sol sea lanzado a una región diferente de nuestra galaxia, la Tierra y el sistema solar probablemente solo irán de paseo y no están en peligro de ser destruidos.
Observaciones del halo galáctico de la galaxia de Andrómeda realizadas con el telescopio espacial Hubble |
En el peor escenario de la simulación, M31, choca contra la Vía Láctea, de frente y las estrellas son esparcidas en diferentes órbitas, Las poblaciones estelares de ambas galaxias se empujaban, y la Vía Láctea pierde su forma de disco aplanado con la mayoría de las estrellas en órbitas casi circulares. Los núcleos de las galaxias se fusionan, y las estrellas se establecen en órbitas aleatorias para crear una galaxia de forma elíptica.
Una vista más detallada del halo galáctico de Andrómeda. |
Para conseguir estos datos los astrónomos han debido utilizar al telescopio espacial Hubble, para conseguir medidas precisas del movimiento de la galaxia de Andrómeda en el espacio, sobre todo su movimiento lateral que no había sido medido con anterioridad. Las regiones observadas pertenecen al halo de Andrómeda, y se realizaron observaciones de dicha región durante un periodo de 5 a 7 años.
Panorama de la colisión entre la Vía Láctea y Andrómeda, la galaxia del triangulo posiblemente también participaría de dicha colisión. |
Pero si todo esto fuera poco, la tercera galaxia más grande del grupo local la galaxia del triangulo, M 33, tambien participará de la colisión y puede que más tarde termine siendo fusionada al par Vía Láctea/Andrómeda, incluso existe una pequeña posibilidad de que M 33 llegué primero a nuestra galaxia. Abajo observamos una secuencia de imágenes que ilustran lo que posiblemente verían hipotéticos observadores sobre la superficie de la tierra, en ese lejano futuro.
El disco de la galaxia de Andrómeda se acerca es notablemente más grande. |
La galaxía de Andrómeda casi llena el campo de visión. La Vía Láctea comienza a mostrar la distorsión debido a la fuerza de marea gravitatoria debia a la presencia de Andrómeda. |
Luego del primer paso tanto la Vía Láctea como Andrómeda sufren serias distorsiones en sus respectivos discos, iniciando el proceso de fusión galáctica. |
En medio de la intensa formación estelar los núcleos galáctico, aún relativamente con pocos cambios se separan |
Pero, que será de nuestro sistema solar. En la ilustración inferior se ve un antes y después de la colisión, una comparación del tamaño de nuestra galaxia, la Vía Láctea en la actualidad, y después de que complete la fusión con la vecina galaxia de Andrómeda 10 mil millones de años a partir de ahora. Las galaxias fusionadas se mezclan para crear una galaxia elíptica poblada solo con estrellas viejas. Nuestro Sol orbita ahora en el disco de la Vía Láctea. Pero después de la fusión, es probable que sea lanzado a una órbita de bucle que lo llevará tanto más cerca del centro y más lejos en las afueras de la galaxia elíptica recién formada.
Esta serie de ilustraciones muestran la fusión prevista entre nuestra galaxia, la Vía Láctea y la vecina galaxia de Andrómeda, que se desarrollaría durante los próximos miles de millones de años. La secuencia se inspira en modelos de computadora dinámicos de la inevitable colisión futura entre las dos galaxias.
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