En esta fotografía, podemos observar a la mitad sur de la constelación de Orión desde el cinturón (las tres Marías) hasta la brillante Rigel (abajo). Lo que primeramente nos llama la atención es que la constelación se encuentra cubierta de nebulosidades interconectadas entre sí, o sea las nebulosas observables en Orión con instrumentos de aficionados no son sino las partes más brillantes de un complejo nebuloso mucho más grande.
Toda la región es un inmenso criadero de estrellas, donde se está gestando la próxima generación de estos cuerpos celestes. De hecho nuestro propio sol comenzó sus días en el interior de una nebulosa hace ya mucho tiempo.
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