Desarrollar nuestra afición por la astronomía desde los cielos iluminados de una ciudad puede resultar ser todo un desafío, esto debido a la gran cantidad luz parásita sobre nosotros que impiden obtener una buena visualización de los objetos celestes. En consecuencia no podemos aprovechar todo el potencial que posee nuestro telescopio.
Nebulosa de Carina. |
Para aquellos que tengan instrumentos de escasa apertura, han de conformarse con los objetos más brillantes del cielo. Es verdad que no podremos ver mucho más que lo que nuestro modesto telescopio nos permita, pero si podemos sacarle más partido al mismo recurriendo a ciertos trucos y técnicas.
En esta primera entrega veremos primero a nuestro "enemigo", la contaminación lumínica y la manera en la que esta afecta a los distintos cuerpos celestes. Posteriormente hablaremos de las "medidas" que podremos tomar para paliar sus efectos sobre la observación astronómica.
Contaminación lumínica: enemiga del aficionado
Con este nombre se designa la emisión directa o indirecta hacia la atmósfera de luz procedente de fuentes artificiales, en distintos rangos espectrales. Su efecto manifiesto sobre la astronomía es la dispersión hacia el cielo (skyglow).
La dispersión hacia el cielo se origina por el hecho de que la luz interactúa con las partículas del aire, desviándose en todas direcciones. El proceso se hace más intenso si existen partículas contaminantes en la atmósfera (humos, partículas sólidas) o, simplemente, humedad ambiental. La expresión más evidente de esto es el característico halo luminoso que recubre las ciudades, visible a centenares de kilómetros según los casos, y las nubes refulgentes como fluorescentes. Aparte de iluminar el cielo, haciendo que se pierda contraste con los objetos de cielo profundo, evita que nos adaptemos completamente a la oscuridad, desperdiciando el potencial de nuestro telescopio.
Simulación que muestra como afecta la contaminación lumínica al cielo nocturno. |
Ahora, la contaminación lumínica no afecta a todos los cuerpos por igual. Veremos a continuación un ranking de los objetos celestes y la incidencia que tiene el skyglow sobre la observación de los mismos, se mostrará en orden descendente de visibilidad (primero los menos perjudicados y últimos los mas afectados).
Nº 1: Planetas
Los planetas son la mayor esperanza de los astrónomos ciudadanos, a ellos "no les afecta la contaminación luminosa", la visualización de los detalles planetarios dependerá principalmente de la potencia del telescopio y la estabilidad atmosférica (seeing), no existiendo mejoría en su observación desde cielos rurales, así pues ellos son los objetos mejor observables desde la ciudad.
Nº 2: Estrellas dobles
Las estrellas dobles son otro de los objetos mejor visibles desde un cielo brillante, solo se ven perjudicadas en la magnitud límite que nuestro instrumento alcanza, dificultandonos ver a las más débiles, pero se compensa debido a sus elevado número. En efecto la cantidad de estrellas dobles y/o multiples accesibles a pequeños instrumentos fácilmente supera el millar, y muchas más son observables con mayores instrumentos. Todo un campo de estudio para el astrónomo aficionado.
Nº3: Cúmulos Abiertos y globulares.
Los conglomerados de estrellas pueden ser vistos desde una ciudad, especialmente los abiertos, aunque muchos de ellos pierden bastante la espectacularidad con que son observados desde un sitio oscuro, aún así una buena cantidad de ellos destacan bastante, mayormente en las regiones de la vía láctea. Instrumentos de 10 a 15 cm permitirían una buena visualización de estos objetos, pero su apreciación mejorará desde el campo.
Nº4: Nebulosas planetarias
Estos objetos pueden ser muy afectados o no por la contaminación lumínica, dependiendo principalmente de su "tamaño". Las nebulosas grandes como la famosa "Helix" posee una magnitud de +6 pero al ser tan extensa es complicada de observar desde la ciudad. Por el contrario la no menos famosa M57 "nebulosa anular" es de magnitud +9 pero debido a que esta última si hace honor a su nombre de nebulosa "planetaria" (es pequeña) su brillo superficial es mucho más elevado. Con un telescopio en estas noches invernales podremos comprobarlo, siempre me había llamado la atención la facilidad con la que se ve esta nebulosa.
Nº5: Nebulosas brillantes
Las nebulosas extensas son muy perjudicadas por las luces parásitas del cielo, siendo enorme la diferencia entre la observación desde la ciudad y desde el campo. Aunque no todas, existen nebulosas lo suficientemente brillantes como para ser medianamente visibles, como la nebulosa de Orion M42, M8, M20, M17 en sagitario, M16 en la constelación de la serpiente y los habitantes del hemisferio sur podemos disfrutar de dos nebulosas brillantes adicionales: La nebulosa de Carina en la constelación homónima y la popular Nebulosa Tarantula en la Nube Mayor de Magallanes (a esta ultima la he visto hasta con binoculares desde la ciudad, espectacular).
Nº6: Galaxias
Posiblemente los objetos más hermosos del universo, las galaxias son las más afectadas por la contaminación del cielo, casi no son visibles con pequeñas aperturas y los mayores instrumentos aumentan la cantidad observable más que la calidad de la imagen. Definitivamente necesitan cielos oscuros para sacar provecho de las observaciones.
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