El año pasado celebramos 25 años del sobrevuelo del planeta Urano por parte de la sonda voyager de la NASA, y aunque Urano y Neptuno encierran multitud de misterios que nos permitirían aclarar no sólo la formación del Sistema Solar, sino de muchos otros sistemas estelares, no hay ningún plan para volver a mandar una nave espacial a estos planetas.
Seguramente se preguntarán¿Qué hace tan interesante el estudio de estos mundos lejanos? Existen dos motivos principales primero porque desconocemos muchos aspectos de su estructura interna, y segundo porque ahora sabemos que este tipo de planeta puede ser muy común en nuestra galaxia. Urano y Neptuno, no son versiones más pequeñas de Júpiter y Saturno, sino son un tipo completamente distinto de planeta, llamados a menudo "Gigantes de Hielo".
Los gigantes gaseosos de nuestro sistema solar (Júpiter y Saturno) están formados principalmente por hidrógeno (más del 90% de la masa del planeta) y helio, más un "pequeño" núcleo (del tamaño de la Tierra) de roca y hielos. Es decir, presentan una composición que se asemeja bastante a la de una enana marrón o una estrella. Bien es cierto que los gigantes gaseosos no son exactamente "gaseosos". Las tremendas presiones y temperaturas de su interior hacen que el hidrógeno esté en estado líquido y metálico. Más bien deberían ser llamados "gigantes líquidos".
Ahora, llegar a Urano no es sencillo, principalmente debido a las limitaciones tecnológicas y presupuestarias. Podriamos enviar una sonda pequeña, relativamente barata y que se limite a sobrevolar una solar vez el planeta. Pero es muy difícil desentrañar los misterios de Urano con un solo sobrevuelo (además una misión de sobrevuelo difícilmente atraerá la atención y el apoyo del publico mas sabiendo que ya la Voyager 2 lo sobrevoló en 1986) Lo que de verdad necesitamos es una nave que entre en orbita de Urano.
La ultima y más razonable de estas misiones propuestas es la Uranus Pathfinder. la sonda haría uso de muchas tecnologías probadas para alcanzar su objetivo. Partiría de la tierra a lomos de un cohete Atlas V 531, dicho cohete es incapaz de poner a la sonda en rumbo directo a Urano, por lo que la sonda utilizaría un etapa propulsora equipada con 3 motores iónicos alimentados a energía solar utilizando xenón como propulsante, para aumentar su velocidad además sobrevolaría a la tierra en una ocasión.
El viaje sería bastante prolongado, despegaria hacia 2025, entre 2026 y 2027 sobrevolaria Los planetas venus y la tierra con el fin de aumentar su velocidad y cambiar su trayectoria, pero incluso con estos sobrevuelos y con la aytuda de los motrores ionicos no nos alcanza para llegar a Urano. Alcanza para sobrevolar Saturno (2034), es el gigante anillado el que se encarga de enviar a nuestra sonda hasta Urano, a donde llegará en 2041.
Son 16 años de viaje, la larga duracion se debe a que la sonda no puede viajar directamente a Urano y necesita de varios sobrevuelo planetarios para alcanzarlo. Si se utilizace el cohete gigante de la NASA, el SLS el viaje duraría solo de 6 a 7 años.
El uso del cohete SLS de la NASA permitiría explorar fácilmente cualquier rincón del sistema solar (otra cosa es el precio) |
Lo que si está claro es que debemos seguir investigando nuevas y mejores formas de propulsión si queremos explorar a placer el sistema solar.
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