¿Se acuerdan de la estrella de Tabby? Esa estrella descubierta por el telescopio espacial Kepler cuyas variaciones de brillo no podían ser explicadas por los modelos tradicionales. Tanto que incluso se llegó a proponer la construcción de estructuras artificiales (tipo esfera de Dyson) por parte de una civilización extraterrestre.
Pues bien, hay novedades, y no muy buenas para los defensores de la hipótesis extraterrestre (aunque nunca fue precisamente la más probable). Un conjunto de más de 1700 observadores han estudiado la estrella de Tabby desde octubre de 2015 hasta finales de 2017. Los resultados han sido publicados en un paper en The Astrophysical Journal Letters con más de doscientos autores liderados por Tabby Boyajian (su descubridor).
¿Y que dicen la nuevas observaciones? La principal novedad es que se ha visto que las variaciones de brillo dependen del color. Malas noticias para las megaestructuras, ya que estas, al ser opacas, bloquearían la luz independientemente del color. Esta diferencia en la disminución de brillo según el color es consistente con la presencia de algún tipo de material fino (formado por partículas de menos de una micra aproximadamente). O sea, polvo. No es la primera vez que se propone la presencia de polvo para explicar el comportamiento de Tabby, aunque sí es la primera vez que tenemos datos para apoyar esta teoría.
Eso no quiere decir que ya hemos explicado totalmente el comportamiento de esta estrella, pero nos vamos acercando (son necesarias muchas observaciones adicionales). Pero por lo menos ya podemos descartar las megaestructuras alienígenas. Habrá que seguir buscando.
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